Está comprobado que el 35% de lo que olemos se queda en nuestra memoria para siempre.

Los olores desencadenan emociones: Mientras que los clientes están dentro del local, el aroma ayuda a crear el ambiente emocional adecuado y el ambiente para los compradores, y baja la barrera de compra psicológica.

En La Croissanteria Paris utilizamos esta premisa para asociar el aroma a croissant de mantequilla a nuestra marca.

Porque sabemos que un aroma adecuado en un punto de venta, aumenta la predisposición a comprar en un 20% en nuestras franquicias de cafeterías.